Despertar




Despertar


La miraba en el rio,
seducido por el trabado aire de niña mujer,
de caminar inocente y gesto expuesto
que ilumina, con una sonrisa,
todas las miradas.

Era mi niña menuda,
entrada en carnes,
de cabello lacio que recogía en una coleta,
Chata, de ojitos pequeños
y una boca carnosa…para mí.

Protegida de los anhelos por su natural candor,
nadie, nadie osó…
y el verano marcó como recuerdo a la niña mujer,
que encendió con su cándida pureza
un amor primero.

Recorro el camino al rio
buscando en la vereda, antes clara, sus pasos.
Pero siento que ya mujer
la huella de su leve andar 
se habrá llenado de rastrojos.

Mezo con pesar las canas
que marcan los tiempos desde que, prendado,
desperté

Comentarios